LA RANA ENCANTADA


Un lobato por el monte paseaba
y paseando hasta el río fue a parar.
Se encontró allí con una rana encantada
que le contó lo que voy a relatar :

No te acerques, ni te asomes a estas aguas,
que cristalinas parecen hoy bajar,
porque unos seres que a tí se te parecen,
que con el tiempo se hacen mayor y crecen,
no piensan que las tienen que visitar.
Las contaminan y matan a sus peces
y a mi familia la dejan sin hogar.

El lobato se quedó muy sorprendido
por que la rana, con él, se puso a hablar;
se le acercó y diciendo : no te olvido,
le contestó lo que voy a relatar :

Hemos venido hasta el monte unos amigos,
para aprender de quien nos pueda enseñar.
Me comprometo a cuidarte cuando crezca,
a disfrutar de la Naturaleza
que me permite vivir y respirar.
No te preocupes que somos unos cuantos
que te queremos y gritaremos tanto
que al mundo entero vamos a proclamar.

No la manchéis porque la necesitamos
porque sin ella el mundo se acabará;
qué dejaréis para cuando decidamos
que por el río las ranas han de saltar.